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martes, 3 de noviembre de 2015

Evolución -Estudio concluye que la “'selección de fecundidad”, debe ser reformulada

Un concepto clave en la teoría de la evolución de Darwin, que sugiere que la naturaleza favorece hembras más grandes que pueden producir un mayor número de crías, debe ser redefinido.

Un estudio publicado en la revista científica Biological Reviews concluye que la teoría de la 'selección de fecundidad' -uno de los tres principales principios evolucionistas de Charles Darwin, también conocido como 'selección de la fertilidad'- debe ser redefinido de manera que ya no se apoya en la idea de que las hembras más fértiles tienen más éxito en términos evolutivos.

La investigación pone de relieve que demasiadas crías pueden tener consecuencias graves para la madre y el éxito de sus descendientes, y que los machos también pueden afectar al éxito evolutivo de una cría.

La teoría de la selección de fecundidad de Darwin se postuló en 1874 y, junto con los principios de la selección natural y la selección sexual, sigue siendo un componente fundamental de la teoría evolutiva moderna. En ella se describe el proceso de éxito reproductivo entre los organismos, que se define por el número de crías que alcanzan la edad de reproducción con éxtio.

Después de años de investigación, un biólogo evolutivo de la Universidad de Lincoln, Reino Unido, ha propuesto una versión revisada de la teoría de la selección de fecundidad, que recomienda una definición actualizada, ajustando sus predicciones tradicionales e incorporando importantes novedades en términos biológicos.

La investigación indica que en lugar de ayudar a la supervivencia, demasiada descendencia puede ser extremadamente costosa, y de hecho puede reducir la vida útil de éxito reproductivo de las hembras. Se destaca que en muchas especies, las madres que producen menos crías tienden procrearlas de manera más eficiente, y que en algunos casos los padres pueden tomar la iniciativa en la consolidación de jóvenes por la evolución del 'embarazo masculino ".

El estudio también concluye que la naturaleza favorecerá todos los rasgos físicos que influyen en la fertilidad "óptima" en uno u otro sexo, y que el clima y la disponibilidad de alimentos también influye en la evolución de los procesos reproductivos - factores que Darwin pasó por alto en un principio.

La investigación, dirigida por Daniel Pincheira-Donoso, revela que fenómenos como el cambio climático, por tanto, podrían desempeñar un papel importante en la fertilidad de las especies de todo el mundo.

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