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jueves, 28 de noviembre de 2013

HALLAZGO DE RESTOS FÓSILES EN URUGUAY, APORTA NUEVA EVIDENCIA DE QUE LOS PRIMEROS AMERICANOS NO LLEGARON POR EL ESTRECHO DE BERING.

El trabajo de Richard Fariña, de la Universidad de la República Uruguaya y publicado en  Proceedings of the Royal Society, aporta evidencia indirecta de la presencia de humanos hace 30.000 años en la región.

La hipótesis, se centra en unos huesos fosilizados descubiertos en 1997 en el yacimiento Arroyo del Vizcaíno, en la localidad de Sauce (35 kilómetros al oeste de Montevideo). 


Según fariña, los más de mil huesos encontrados, que pertenecen a 27 ejemplares de varias especies animales ya extintas, "revelan características que sugieren la presencia humana". 

Este elemento pone en entredicho el paradigma existente, que establece que el poblamiento americano se produjo de Norte a Sur y miles de años después. 

El equipo investigador, en el que también participaron Sebastián Tambusso, Luciano Varela, Ada Czerwonogora, Mariana Di Giacomo, Marcos Musso, Roberto Bracco y Andrés Gascue, explica que los restos de los ejemplares hallados "son de adultos jóvenes", más resistentes que los de ancianos. 

"Hay pocas evidencias de que (los fósiles) hayan sido transportados por una corriente fluvial" hasta el lugar en que fueron descubiertos, por lo que todo apunta a que podrían haber sido depositados allí por seres humanos. 

Además, "varios de los huesos muestran marcas profundas, asimétricas, microestriadas y afiladas, similares a las producidas por las herramientas de piedra de los humanos", indica el estudio, difundido en Londres a través de la citada revista el 20 de noviembre. 

De hecho, en el mismo yacimiento se encontró una pieza de piedra con forma de raspador, cuya superficie "presenta un micropulido parecido al de los utensilios usados por el hombre", explicó Fariña. 

Indico también que "el hallazgo de los huesos con posibles marcas de la presencia humana en América del Sur y tan al este como Uruguay añadirían un ingrediente más al estudio de la interacción entre los seres humanos y la megafauna, esas especies animales de grandes dimensiones que habitaron en el Pleistoceno". 

El paleontólogo reveló que las pruebas de datación por carbono 14 a las que sometieron los restos determinaron que pertenecían a un período de hace entre 27.000 y 30.000 años. 

Sin embargo, la teoría más arraigada data la llegada del hombre al continente americano "en los últimos milenios del Pleistoceno, hace 13.000 o 14.000 años", recordó. 

La hipótesis tradicional defiende que los primeros pobladores de América fueron los clovis, un pueblo de cazadores que llegó entonces desde el noreste de Asia y cruzó al noroeste de América (actual Alaska) por el Estrecho de Bering. 

Este extremo fue cuestionado recientemente por otra investigación de varios científicos de universidades españolas y alemanas, que estudiaron la genética de varias comunidades nativas del sur del continente americano y llegaron a la conclusión de que tenían orígenes diversos. 

Por ejemplo, algunos pobladores de Perú presentaban patrones genéticos propios de los habitantes de la Polinesia, por lo que podría originarse la hipótesis de que los primeros seres humanos llegaron a América en sucesivas oleadas desde diversos puntos geográficos, y no en una migración única. 

Fariña argumentó que estas investigaciones "aportan resultados al debate internacional" sobre cómo y cuándo llegó el hombre a América, pero prefirió mostrarse "prudente" antes de establecer una teoría definitiva al respecto. 

Explicó que la publicación de su trabajo en la Proceedings of the Royal Society "no significa que sea o no verdadero, porque en ciencia no hay verdades reveladas", pero de alguna forma lo valida. 

Ahora espera continuar con las investigaciones en el yacimiento de Arroyo Vizcaíno el próximo mes de enero, con la llegada del verano austral, para poder excavar más fácilmente en los sedimentos del lecho del río y dar con "más secretos de la naturaleza", como Fariña llama a los fósiles. 

En 2011 la Presidencia uruguaya informó por primera vez de la investigación, que al parecer tiene su origen mucho antes, en 1997, pero que entonces tuvo que ser suspendida por falta de fondos.

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