Páginas

lunes, 28 de septiembre de 2015

Pseudomegachasma, nuevo linaje de tiburones prehistóricos que se alimentaban de plancton

Un equipo internacional de científicos ha descubierto un nuevo linaje de tiburones extintos que se alimentaban de plancton, los Pseudomegachasma, que vivían en los océanos cálidos durante la era de los dinosaurios hace cerca de 100 millones de años. Los tiburones fósiles tenían diminutos dientes muy similares a los de un moderno tiburón de boca ancha que come plancton hoy en día.


El estudio, "Un nuevo clado de tiburones putativos que se alimentaban de plancton del Cretácico Superior en Rusia y Estados Unidos", se publica en la edición de septiembre del Journal of Vertebrate Paleontology.

El autor principal, Kenshu Shimada, profesor de paleobiología de la Universidad DePaul, dijo que los resultados se basan en los diminutos dientes fósiles recién recogidos, así como una reinterpretación de especímenes previamente reportada de rocas del Cretácico en los EE.UU. y Rusia.

"El estudio es importante porque el Pseudomegachasma representaría el tiburón más antiguo conocido en el registro fósil que se alimentaba de plancton", dijo Shimada. Agregó que estos tiburones habrían evolucionado independientemente de los cuatro linajes conocidos hoy en día de peces cartilaginosos planctívoros: tiburones de boca ancha, tiburones peregrinos, tiburones ballena y manta rayas.

Pseudomegachasma significa "falso tiburón de boca ancha", debido a sus características dentales superficialmente casi idénticas al tiburón de boca ancha de hoy en día o Megachasma que se desarrolló mucho más tarde en el tiempo.

El nuevo género está representado por dos especies extintas, la Pseudomegachasma casei de Rusia y la Pseudomegachasma comanchensis de los EE.UU. que evolucionaron a partir de un grupo de tiburones tigre de arena extintos que probablemente tenían una dieta de pescado.

Referencia



viernes, 25 de septiembre de 2015

Los primeros 21 días de vida de una abeja en 60 segundos

En un intento por entender mejor exactamente lo que sucede como una abeja crece a partir de un huevo en un insecto adulto, fotógrafo Anand Varma se asoció con el Laboratorio de la Abeja en la UC Davis para filmar las tres primeras semanas de la vida de una abeja en un detalle sin precedentes, todo condensado en un video de 60 segundos.



Varma explica todo en la charla TED que se incluye a continuación. El objetivo principal en la fotografía de las abejas era aprender cómo interactúan con un ácaro parásito invasor que ha convertido rápidamente en la mayor amenaza para las colonias de abejas. Los científicos han aprendido a criar abejas resistentes a estos ácaros a las que están ahora tratando de introducir en el medio silvestre.


Ambicioso plan en estados Unidos, para combatir el descenso de las colonias de abejas

Los científicos señalan que las abejas, que son cruciales para polinizar muchas cosechas, han sufrido por una combinación de descenso en sus opciones de nutrición, ácaros, enfermedades y pesticidas.


El gobierno federal de Estados Unidos espera combatir el descenso en las poblaciones de abejas y mariposas monarca con un plan que incluye hacer los terrenos federales sean más agradables para las abejas, gastar más dinero en investigación y considerar el uso de menos pesticidas.

Los científicos señalan que las abejas, que son cruciales para polinizar muchas cosechas, han sufrido por una combinación de descenso en sus opciones de nutrición, ácaros, enfermedades y pesticidas. El plan federal es una estrategia "a todas las bandas" que pide a todos, desde burócratas federales a ciudadanos, que hagan lo que puedan para salvar a las abejas, que hacen una aportación a la economía estadounidense valorada en más de 15.000 millones de dólares, según el asesor científico de la Casa Blanca, John Holdren.

"Los polinizadores tienen problemas", escribió Holdren en un blog, citando un sondeo federal que descubrió que los apicultores perdieron más del 40% de sus colonias el año pasado, aunque más tarde recuperaron parte dividiendo las colmenas sobrevivientes. Además, la cantidad de mariposas monarca que pasan el invierno en los bosques de México ha descendido un 90% o más en las últimas dos décadas, así que el gobierno estadounidense trabaja con México para expandir el hábitat para las monarcas en el sur de ese país.

El plan contempla restaurar 7 millones de acres de hábitat para abejas en los próximos cinco años. Muchas agencias federales tendrán que encontrar la forma de cultivar plantas en terreno federal que sean más variadas y mejores para alimentar a las abejas, porque los científicos temen que las amplias extensiones de terreno donde se cultiva una única especie hayan perjudicado la nutrición de estos insectos.

El plan no afecta sólo al Departamento de Interior, que controla amplias extensiones de terreno. Agencias en las que normalmente no se pensaría, como la de Desarrollo Urbano y Vivienda y el Departamento de Transportes tendrán que incluir plantas beneficiosas para las abejas en sus terrenos y en las concesiones que gestionen.

Esa parte del plan recibió elogios de científicos expertos en abejas.

Por otro lado, la administración propuso gastar 82,5 millones de dólares en investigación en abejas en el próximo año fiscal, frente a los 34 millones de dólares actuales.

El gobierno también redoblará los estudios sobre la seguridad de los pesticidas con neonicotinoides, muy utilizados en Estados Unidos y prohibidos de forma temporal en Europa. Las autoridades estadounidenses no autorizarán nuevos tipos de usos de los pesticidas, al menos hasta que se hagan más estudios, señaló el documento.

"No están tomando medidas lo bastante drásticas, hay un reconocimiento de que hay una crisis", dijo Lori Ann Burd, directora de salud medioambiental para el grupo activista Centro de Diversidad Biológica. Las abejas no pueden esperar, aseguró, comparando la idea de hacer más estudios sobre neonicotinoides con ir a un segundo y un tercer mecánico cuando el primero dijo que los frenos están rotos.

El informe señala que hay una delgada línea entre la necesidad de emplear pesticidas para ayudar a la agricultura y el daño que pueden hacer a las abejas y otros polinizadores.

Fuente
EE.UU. propone un plan paracombatir el descenso de abejas

El papel de las abejas silvestres en el éxito de los cultivos


La polinización de los cultivos la realiza solo un pequeño grupo de insectos comunes. De hecho, la contribución de las especies raras y amenazadas es «casi nula». Así lo asegura un estudio internacional publicado en la revista Nature Communications y en el que han participado investigadores del Consejo Superiorde Investigaciones Científicas (España). Los expertos han examinado el papel de las abejas silvestres en esta importante tarea medioambiental, la cual, además, tiene también un valioso impacto económico, sobre unos 20 cultivos, incluidos colza, girasol, fresas, habas, manzanas y peras.


 “Varias veces se ha demostrado que la biodiversidad es beneficiosa tanto para la naturaleza como para las personas. El hecho de que la naturaleza nos proporcione estos servicios ecosistémicos es la razón principal para plantear políticas de conservación. A pesar de ello, hasta ahora se desconocía la implicación real de esta biodiversidad en la polinización de los cultivos”, explica el investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana Ignasi Bartomeus.

Según los autores del trabajo, un equipo de 57 investigadoras liderado por David Kleijn del Center for Ecosystem Studies en Wageningen (Holanda), “la actual política de conservar especies en función de los servicios que estas proporcionan podría ser contraproducente para las especies raras, que son la mayoría”.

Algunas medidas, como la siembra de flores silvestres en los márgenes de los campos, ha facilitado la protección de las especies de insectos más comunes. «Estas soluciones no funcionan para las especies raras y, aunque económicamente tengan una implicación menos importante, eso no significa que no haya que protegerlas», resalta Bartomeus.

“Los esfuerzos de conservación deberían evitar llegar al extremo de centrarse exclusivamente en mantener los servicios de la naturaleza, en lugar de proteger a las especies por sí mismas. La protección de las especies amenazadas es una prioridad absoluta, lo que subraya la importancia crucial de programas como la Red Natura 2000 y las Directivas de Aves y Hábitats”, concluye el panel.

Enlaces


Fuente



De insectos polinizadores y la fragancia de las flores

La fragancia de las flores depende del tipo de polinización. Así lo confirma un equipo de investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), dirigido por Josep Peñuelas, en España, que ha comprobado que las flores polinizadas por insectos liberan más variedad y más cantidad de compuestos químicos responsables de su perfume que las polinizadas con el viento. El trabajo se publica en la revista Biochemical Systematics and Ecology.


Las plantas con flor tienen diferentes estrategias para reproducirse y no todas huelen igual. Por un lado, las plantas anemófilas se polinizan con el viento "como los olivos, que tienen flores con polen que se desprende y es transportado fácilmente con el viento", dice el investigador del CREAF y primer autor del estudio Gerard Farré-Armengol.

Por otra parte, las plantas entomófilas se reproducen gracias a los insectos, que transportan el polen de una flor a otra a la vez que se alimentan del néctar de las flores, "la flor de San Juan, por ejemplo, tiene una de las fragancias más características y es especialmente atractiva para los insectos", dice Farré-Armengol.

El estudio ha analizado las moléculas responsables del perfume de las flores. Son los llamados compuestos orgánicos volátiles (VOC, por sus siglas en inglés) y principalmente son terpenos y sus derivados. El contenido de estos compuestos químicos es mucho más elevado en las plantas entomófilas, lo que demuestra que las plantas que se polinizan por insectos tienen una fragancia más potente y detectable.

Los investigadores atribuyen estas diferencias a que las flores entomófilas necesitan atraer a los insectos con señales, que pueden ser visuales con los colores vistosos de los pétalos, o bien químicas, producidas por los compuestos volátiles percibidos con el olfato.

"Las flores y los insectos han evolucionado conjuntamente y han desarrollado unos mecanismos de atracción y detección respectivamente muy perfeccionados de que ambos se benefician", explica Farré-Armengol. También se ha constatado que las flores liberan un tipo de compuestos volátiles u otro dependiendo del grupo de insectos que las polinizan. "Por ejemplo, las flores polinizadas por mariposas no tienen la misma fragancia que las que normalmente se polinizan por abejas", comenta Farré-Armengol.

Algunas plantas como el tomillo o la salvia son entomófilas y dejan la puerta abierta a los insectos polinizadores, pero a la vez pueden fecundarse a sí mismas para que sus gametos masculinos y femeninos sean compatibles.

"Se trata de una estrategia de reproducción útil cuando hay pocos insectos polinizadores al alcance", dice Farré-Armengol. Hasta ahora se consideraba que estas especies autocompatibles no necesitaban emitir señales químicas muy potentes porque si podían autoreproducirse la polinización cruzada mediante la intervención de los insectos quedaba en un segundo plano. Sorprendentemente, el estudio revela que estas plantas entomófilas y autocompatibles son las que tienen las fragancias más potentes y más diversas.

El estudio revela que estas plantas entomófilas y autocompatibles son las que tienen las fragancias más potentes y más diversas.

"El hecho de encontrar fragancias fuertes en plantas que podrían reproducirse ellas mismas remarca aún más el papel de los insectos polinizadores en los ecosistemas. Las plantas prefieren que las polinicen estos animales para que así intercambien el polen con flores de otras plantas. De esta manera mantienen la variabilidad genética de los individuos y aseguran la supervivencia de la especie", concluye el investigador Farré-Armengol. (Fuente: Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales).

Fuente


La historia de Peanut la tortuga

Aún no se llamaba “Peanut”. Por aquel entonces era una cría de Jicotea elegante de Misuri, Estados Unidos; un tipo de tortuga también conocido como galápago de Florida, y como buen animal semiacuático paseaba por la zona remansada de un río. Sin embargo, algo estaba a punto de pasar. Un incidente que no tendría vuelta atrás y que la convertiría en un espécimen particular.


En su merodear habitual, se enredó en uno de esos plásticos que sirven para mantener seis latas juntas. Quedó encajada en uno de los aros, sin poder librarse.

Y los años pasaron.

Y la tortuga creció.

Pero no de la forma habitual. Como si tuviera un corsé, su cuerpo tuvo que adaptarse al plástico.

Vulnerable ante depredadores

Así, para los nueve años tenía forma de reloj de arena o de maní con cáscara (en Ingles, “Peanut”). Las tortugas no son particularmente veloces, pero aquellas condiciones la hacían aún más vulnerable a los depredadores.

Por suerte, alguien la encontró y la llevó al Zoo de San Luis, una ciudad portuaria construida a lo largo de la orilla oeste del río Misisipi. Era 1993.

Al verla, los veterinarios le dieron su particular apodo y le quitaron la faja de plástico, pero el daño ya estaba hecho. “Peanut” nunca volvería a tener la forma de una tortuga común.

Ante esto, la donaron al Departamento de Conservación de Misuri (EE.UU.) para que se hiciera cargo de ella.

"Si esto hubiera ocurrido a una nutria, el animal probablemente habría muerto a causa de una infección", señala el departamento.

"Pero como “Peanut” tiene un caparazón que protege su cuerpo, pudo sobrevivir, aunque algunos de sus órganos no funcionan correctamente"; los pulmones, por ejemplo.

Hoy, a sus 30, la tortuga sigue viviendo en un acuario, lejos de las amenazas que encontraría en su hábitat natural.

Además, la nombraron imagen de la iniciativa No More Trash (No más basura), lanzada en conjunto por los departamentos de Conservación y de Transporte de Misuri para concienciar, educar y lograr un estado libre de desechos y que cuenta con miles de voluntarios, la cual además de campañas para limpiar ríos, han llevado a cabo concursos y sesiones informativas, siempre con el objetivo de concienciar a la población para que produzca menos desechos, recicle o los tire donde corresponde.

Plásticos, sedal y filtros de cigarro

Desde el Departamento de Conservación (Misuri, EE.UU.) explican que, como el plástico de las latas, hay otros desechos que pueden ser perjudiciales para la fauna local.

"Si un artículo tiene huecos o aros no es difícil que un animal se meta en problemas", explica en su página web.

"Además, cuando queda atrapado entra en pánico, haciendo que las cosas empeoren", señala. "Los animales no tienen la misma destreza que los humanos, así que les cuesta desenredarse".

Los sedales también son peligrosos para varias especies acuáticas, ya que no se ven. "Los que se enredan en ellos no sobreviven: o mueren de hambre o son devorados por depredadores".

Asimismo, pedazos pequeños de plástico y filtros son una amenaza para la vida silvestre.

"Los animales normalmente no pueden distinguir entre basura y comida, así que se comen los desechos y se asfixian, o terminan con el estómago lleno de plástico y mueren de hambre".

Para que esto no ocurra, se recomienda no tirar basura donde no corresponde, mantener las calles y los ríos limpios, y, en el caso de los plásticos de las latas, cortar los aros de forma que ningún animal pueda quedar atrapado en ellos.


Para que ninguna tortuga sea como “Peanut”.

Fuente

Abejas acuden a las ciudades para alimentarse

Los expertos gastronómicos y amantes del buen comer no son los únicos que buscan los mejores restaurantes en las ciudades, las abejas también se acercan a los centros urbanos en busca de una buena cena.



Gordon Frankie, entomólogo de la Universidad de California, estudia los hábitos alimenticios de las abejas en la provincia Guanacaste de Costa Rica para descubrir con qué frecuencia estos insectos polinizadores visitan jardines urbanos.

Frankie afirma que los resultados demuestran que las ciudades son un refugio habitual para las abejas, puesto que ofrecen nuevos recursos, especialmente si las plantas nativas escasean, especialmente debido a la expansión urbana, o si sus periodos de florecimiento son cortos.

Durante la pasada década, Frankie y su equipo han estudiado especímenes de la misma especie de plantas en bosques y ciudades y llevado a cabo un registro del número de abejas y especies que acuden a alimentarse en ellas. En Costa Rica hay 800 especies de abejas, el equipo recolectó 112 y descubrió que en la mayoría de los casos, las plantas situadas en zonas urbanas atraen al mismo número de especies de abejas que las de los bosques. De hecho, de forma ocasional reciben más visitas que estas.

Los resultados sugieren que los espacios urbanos correctamente diseñados pueden mantener e incluso mejorar la habilidad de los polinizadores de sobrevivir y hacer su trabajo. Lo que no está claro, sin embargo, es si los insectos se instalan en las ciudades o solo las visitan cuando van a comer.

Lee también
¿Qué sembrar para ayudar a las abejas?

Fuente
Las abejas acuden a la ciudad para comer