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sábado, 21 de mayo de 2016

Mary Anning (Lyme Regis, 21 de mayo de 1799 – 9 de marzo de 1847)



Fue una paleontóloga, coleccionista y comerciante de fósiles inglesa, conocida en todo el mundo por los numerosos hallazgos de importancia que realizó en los lechos marinos del período Jurásico en Lyme Regis, donde vivía.1 Su trabajo contribuyó a que se dieran cambios fundamentales a principios del siglo XIX en la manera de entender la vida prehistórica y la historia de la Tierra.

Sus hallazgos más destacados son el primer esqueleto de ictiosauro en ser identificado correctamente, los primeros dos esqueletos de plesiosauros en ser encontrados, el primer esqueleto de pterosaurio encontrado fuera de Alemania y algunos fósiles de peces importantes. Sus observaciones tuvieron un papel importante en el descubrimiento de que los fósiles de belemnites contienen sacos de tinta fosilizada y de que los coprolitos, conocidos como piedras bezoar en esa época, son heces fosilizadas. Cuando el geólogo Henry De la Beche pintó Duria Antiquior, la primera escena sobre el tiempo profundo que tuvo una difusión elevada, se basó en su mayoría en los fósiles que Anning había encontrado y vendió copias en su beneficio. Su obra fue fundamental en los cambios que ocurrieron a principios del siglo XIX en las ideas científicas sobre la vida prehistórica y la historia de la Tierra.



El sexo y la clase social de Anning (sus padres eran disidentes [protestantes no anglicanos] de clase baja) fueron razones por las que no pudo participar completamente en la comunidad científica británica de principios de siglo XIX, dominada por caballeros ricos anglicanos, y de que no fuera citada en absoluto en sus contribuciones. Aunque llegó a ser conocida en los círculos de geólogos de Gran Bretaña, Europa y América, tuvo dificultades financieras durante la mayor parte de su vida.

Vale la pena leer el libro “Las huellas de la vida”, para conocer mas de la vida de esta maravillosa mujer.