El hallazgo de una nueva especie de
raptor emplumado ha vuelto a dejar en evidencia la caracterización que Jurassic
Park hizo de los dinosaurios. Según un estudio de la Universidad de Edimburgo
que publica hoy Scientific Reports, el nuevo espécimen, Zhenyuanlong suni,
descubierto en la provincia china Liaoning, poseía las alas y las plumas más
complejas vistas hasta la fecha en estos dinosaurios. Este tipo de plumas solo
se habían documentado en los pequeños dinosaurios que normalmente son
considerados protoaves. Desde la era dorada de la paleontología, a finales del
siglo XIX, la idea de cómo lucían y se comportaban estos increíbles animales ha
cambiado radicalmente. Ahora sabemos que, lejos de ser los lagartos fríos y
perezosos que en un primer momento se dijo que eran, los dinosaurios fueron
animales activos y ágiles, más cerca efectivamente de las aves que de las
iguanas.
Zhenyuanlong suni era un depredador ágil y voraz de
un metro y medio de alto, perteneciente a una exitosa familia de dinosaurios
carnívoros que se extendió ampliamente durante el Cretácico Medio, hace
alrededor de 125 millones de años. Era incapaz de volar (por lo menos no como
los animales que vuelan hoy en día) a pesar de estar completamente cubierto de
plumas, algunas de las cuales eran complejas, similares a las de las aves
modernas.
Recientemente se han encontrado
grandes dinosaurios con lo que los científicos llaman protoplumas, filamentos
duros en realidad más parecidos al pelo o al plumón de los polluelos que a las
plumas complejas de la actualidad. Quizá el ejemplo más remarcable sea el Yutyrannus, un pariente chino del Tyrannosaurus rex completamente cubierto de protoplumas.
Por otro lado, están los
maniraptoriformes, el clado que engloba tanto a las aves modernas como a los
raptores, denominados en realidad dromeosáuridos, familia a la que pertenecen Zhenyuanlong, Velociraptor y el inmenso Utharaptor,
que sería, de llegarse a demostrar, el mayor dinosaurio con plumas complejas,
aunque de momento el récord se queda en China. Maniraptora incluye también a
los oviraptores, que además de protoplumas tenían un pico como el de los loros,
los Ornithomimus, similares a
nuestros avestruces, y otros animales desconcertantes.
En este grupo sí se han documentado
plumas complejas, muy similares a las de las aves, además de adaptaciones que
apuntan, según las últimas hipótesis, a que estos dinosaurios son en realidad
aves que nunca llegaron a volar de verdad. Aunque esta cuestión acerca de dónde
“terminan” los dinosaurios y dónde “empiezan” las aves está lejos de ser
aclarada. Lo cierto es que animales como Micriraptor,
Jinfengopteryx, Rahonavis o Epidendrosaurus
poseían ciertas adaptaciones para el vuelo, tanto en sus plumas como en su
anatomía y mostraban comportamientos propios de las aves. Los alvarezsáuridos,
por su parte, han sido hallados desde Argentina a China, pasando por Rumanía y
Australia. Estas evidencias nos sugieren que desde mediados del Jurásico una
parte importante de los dinosaurios estaba ya inmersa en el camino evolutivo
que nos lleva a las aves modernas.
Lo más relevante de este
descubrimiento es que las plumas de la cola y las “alas” de Zhenyuanlong presentan cañones. Plumas
grandes y densas muy similares a las de las aves modernas, considerablemente
más evolucionadas que el plumón que se ha documentado en otros fósiles y hasta
ahora solo vistas en animales más cercanos a las aves. “Esto nos demuestra que
los dinosaurios emplumados fueron más numerosos y diversos de lo que se
sospechaba”, dice el profesor Junchang Lü, del Instituto de Geología de la
Academia China de Ciencias Geológicas.
Steve Brusatte, de la Universidad de
Edimburgo, coautor del estudio, cuenta con elocuencia que “es uno de los primos
más cercanos del Velociraptor, pero parece un pájaro. Es un dinosaurio con
enormes alas conformadas por plumas con quillas bien definidas, igual que un
águila o un buitre. Las películas se equivocaban: así es como el Velociraptor
se debería haber visto en ellas”.
Referencia
- A large, short-armed, winged dromaeosaurid (Dinosauria: Theropoda) fromthe Early Cretaceous of China and its implications for feather evolution. Junchang Lü & Stephen L. Brusatte. Scientific Reports 5, Article number: 11775 doi:10.1038/srep11775
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