Investigadores estadounidenses han podido analizar el fósil
de una cría de Parasaurolophus, un dinosaurio que vivió hace más de 75 millones
de años. Son los restos más jóvenes y completos de este animal encontrado hasta
la fecha y han servido a los científicos para describir por primera vez cómo
desarrolló la peculiar estructura ósea de su cabeza.
Los descubrimientos de este grupo de expertos del museo
Raymond M. Alf de Paleontología y la Universidad de California, publicados esta
semana en la revista PeerJ, “han permitido, por primera vez entender
exactamente cómo estos ejemplares desarrollan la cresta, que caracteriza a la
especie”, señalo Andrew Farke, uno de los autores del estudio. “Los ejemplares
de esta especie herbívora tenían un pequeño bulto de hueso que se transformaba
en una cresta cuando se hacían adultos”.
Además, “Parasaurolophus crecía con una rapidez ridícula. El
análisis microscópico de sus huesos revela que el animal pasaba de ser tan
pequeño como un niño a medir dos metros en menos de un año”, recalca Farke.
Tras años de análisis, los expertos han descubierto que la
dirección del crecimiento del cráneo del Parasaurolophus es diferente a la de
sus congéneres más cercanos. “Comienza a desarrollar su cresta mucho antes y
crece durante más tiempo. Esta alteración le permite tener ese cráneo tan
característico”, indica el investigador.
Un pequeño gran hallazgo
Las investigaciones no hubieran sido posibles si Kevin
Terris, un estudiante de 17 años, no hubiera encontrado por causalidad el fósil
en 2009. El joven paseaba por el Monumento Nacional de Grand
Staircase-Escalante, un parque natural del sur de Utah (EE UU) plagado de
formaciones geológicas, cuando observó un pequeño saliente en una pared rocosa.
Terris comenzó a escarbar hasta lograr extraer la pieza que
resultó ser el cráneo en miniatura de este dinosaurio.
[Fuente]
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