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lunes, 22 de junio de 2015

Mystacina miocenalis, nuevo fósil de murciélago

Se trata de un murciélago que habito Nueva Zelanda, hace 16 millones de años y tenía un tamaño aproximadamente tres veces a los actuales representantes.


Los fósiles se encontraron cerca de Central Otago, en la Isla del Sur, en el sedimento remanente de un vasto conjunto prehistórico de agua conocido como Lago Manuherikia, que formaba parte de una selva subtropical más cálida durante la era del Mioceno temprano, entre hace 16 y 19 millones de años.

La nueva especie, Mystacina miocenalis, que se describe en un artículo publicado en la edición de este miércoles de Plos One, se relaciona con otro murciélago, Mystacina tuberculata, que aún vive en antiguos bosques de Nueva Zelanda.

“Nuestro descubrimiento muestra por primera vez que los murciélagos Mystacina han estado presentes en Nueva Zelanda durante más de 16 millones de años, viviendo en hábitats con vida vegetal y fuentes de alimentos muy similares”, dice la autora principal y paleontóloga de vertebrados Suzanne Hand, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) en Australia.

Los únicos mamíferos terrestres nativos de Nueva Zelanda son tres especies de murciélagos, dos de ellas pertenecientes al género Mystacina, una de las cuales fue vista por última vez en la década de 1960. Se les conoce como murciélagos de madriguera, ya que se alimentan en el suelo bajo la hojarasca y la nieve, así como en el aire, hundiendo las muñecas y con los pies hacia atrás, manteniendo sus alas fuertemente plegadas.



Se cree que estos murciélagos tienen una historia antigua en Nueva Zelanda, pero hasta ahora, el fósil más antiguo de un murciélago Mystacina en Nueva Zelanda era de una cueva en la Isla Sur, que data de hace 17.500 años. Este último descubrimiento obliga a un replanteamiento de cuándo llegaron por primera vez estos peculiares murciélagos andantes a lo que hoy en día es Australia.

“Esto nos ayuda a entender la capacidad de los murciélagos para establecer poblaciones en las islas y las condiciones climáticas necesarias para que esto suceda –señala Hand–. Los murciélagos son importantes polinizadores y dispersores de semillas que mantienen los bosques sanos. Entender la conectividad entre las faunas de murciélagos de las diferentes masas de tierra es importante para evaluar las amenazas de bioseguridad y las prioridades de conservación de los ecosistemas insulares frágiles”.

La nueva especie tiene dientes similares a  su pariente contemporáneo, lo que sugiere una dieta amplia que incluye néctar, polen y fruta, así como insectos y arañas. Los huesos de las extremidades que se encontraron en el depósito también mostraron estructuras similares especializadas para caminar. En lo que difieren es en el tamaño del cuerpo: con un estimado de 40 gramos, el murciélago fósil es aproximadamente tres veces más pesado que su primo y el peso promedio superior al de 900 especies de murciélagos vivos.

Mystacina miocenalis

“El tamaño del murciélagos está limitado físicamente por las exigencias de vuelo y de la ecolocalización, ya que tiene que ser pequeño, rápido y preciso para perseguir insectos en la oscuridad”, explica Hand. “El inusualmente gran tamaño de este murciélago sugiere que realizaba menos vuelos de caza y atrapaba presas más pesadas de la tierra y frutos más grades que su primo”, detalla.

El equipo también encontró una gran variedad de plantas, animales y fósiles de insectos en el lugar, lo que muestra que el ecosistema subtropical de 16 millones de años de edad parecía tener más temperaturas que hoy en día.

El sitio de Lago Manuherikia ha sido un tesoro para los paleontólogos en los últimos años, proporcionando las ranas más antiguas de Nueva Zelanda, lagartos y aves terrestres, así como cocodrilos únicos y tortugas terrestres.

“Sorprendentemente, los ecosistemas del Mioceno asociados con el murciélago fósil contienen los tipos de árboles utilizados hoy por "Mystacina" para dormir –dice Hand–. La mayoría de sus plantas de alimentos también están presentes, así como los artrópodos terrestres, incluyendo una variedad de escarabajos, hormigas y arañas, que estos murciélagos atrapaban en el suelo”.

Referencia
Suzanne J. Hand, Daphne E. Lee, Trevor H. Worthy, Michael Archer, Jennifer P. Worthy, Alan J. D. Tennyson, Steven W. Salisbury, R. Paul Scofield, Dallas C. Mildenhall, Elizabeth M. Kennedy, Jon K. Lindqvist. Miocene Fossils Reveal Ancient Roots for New Zealand’s Endemic Mystacina (Chiroptera) and Its Rainforest Habitat. PLOS ONE, 17 Jun 2015 DOI: 10.1371/journal.pone.0128871

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